8 mar 2014

Te llamo en llamas.

Subirme en el avión de tus vaivenes
y sentarme en el asiento con ventana.
La que da al patio de tus ojos en llamas,
de tus manos como garras,
de tu cintura, que resbala.

Bajarte en barco de tu lengua surcamares.
Recibirte ansioso y mojarte todo el hambre.
Curarme las ganas en cada vértice ambulante
de tus dedos y tu lengua penetrantes.