3 ene 2013

Nos vamos como el 2012

Cerré los ojos y estabas tan guapo... Bailabas con la copa en la mano. Y pensabas en mí. Me mirabas aunque yo no estuviera y te imaginabas conmigo en cada rincón roto de esas calles tan frías. El viento corría muy frío y en mi contra pro tú aun no lo sabías y seguías bailando conmigo sin mí. Y seguías bebiendome en tu copa, mojándote en mis labios y subiendo escalón a escalón por cada una de mis vértebras.
Después de un par de copas de ron me erizabas el alma con tus palabras. Venías a verme en dos días y yo no podía dormir de las ganas. Seguías estando precioso detrás de mis párpados y esa barba nunca le había quedado tan bien a nadie. entonces desperté después de un par de revolcones de esos de contigo-pero-sin-ti. Y ahí fuera seguía lloviendo y tú tan lejos.
Quedaba un día. Aunque quedaba un millón más. Porque te hiciste mago. Y desaparecí. Tus ventanas se abrieron pero no para mí. Y entonces descubrí que Rubén me había escrito esta historia mucho antes en forma de canción perfecta. Como alertándome. Como alertándote.
Pero volvimos a caer. Por última vez. Sí. Por última.
Nunca me he despedido de ti para siempre. Porque nunca he tenido los cojones suficientes. Ni las ganas.
Así que supongo que puedes tomarte ésto como tal, aunque nunca vayas a leerlo.
Que la magia te acompañe.



Tu bicho.

2 comentarios:

Edu Vacas dijo...

Esto es demasiado bonito y sincero como para que nadie lo lea.

Asi que leído y sentido.

Alicia García dijo...

GRACIAS.