Anoche,
hablando de morir,
les conté eso de tus ojos;
que,
al mirarme,
se les escapaba un poquito de
tu magia.
Anoche,
hablando de morir,
les conté la forma que tenían tus colmillos
de clavarse en
mi garganta.
Anoche,
hablando de morir,
les conté cómo conseguías romper en agua el hielo de mi ombligo
con tus manos.
Anoche,
hablando de morir,
les conté lo de tu forma de abrazarme,
eso de que tu cuerpo era el único lugar donde hacía calor cuando
el viento corría frío y fuerte.
Anoche,
hablando de morir,
les hablé de ti.
2 comentarios:
Quede sin aliento
al leer
"Anoche,
hablando de morir,
les hablé de ti.
Y como quería morir,
hablándoles de ti,
morí instantáneamente.
No words. Eres increíble Edu.
Publicar un comentario